Respira
Por Yohali Reséndiz
No Ernestina, de nada le servirá centrar todos sus esfuerzos en reparar su reputación como Fiscal general de la Ciudad de México.
Su discurso con cifras maquilladas en el Senado, es insuficiente y deja en claro cuál es su objetivo: proteger con mentiras su carrera política y profesional en lugar de ofrecer perdón de forma sincera a cientos de víctimas que no han tenido acceso a la justicia.
Después de 5 años en ese cargo, no ha aprendido que las víctimas de delitos sensibles como el abuso sexual infantil, violación, violencia, feminicidio, tienen el derecho a ser tratadas con respeto y dignidad.
Ernestina: usted viola de forma flagrante todos los días sus derechos básicos, por eso han salido a protestar en contra suya y por eso la exigencia en voz de cientos de mujeres. Usted no puede aspirar a extender su cargo de Fiscal porque ni aún repitiendo su posición de poder repararía lo que ha hecho con cada una de ellas.
He escuchado una y otra vez su discurso en el Senado y en ningún párrafo se refiere usted a aquella vez cuando un joven adolescente llegó a su fiscalía para denunciar por abuso sexual al entonces diputado morenista Saúl Huerta, ahí lo dejaron horas sin atenderlo ni cumplir con el protocolo establecido para una víctima sexual. Estoy segura que de no haber contado con el audio del entonces diputado Huerta en conversación con la madre del joven, ofreciendo dinero a cambio de su silencio y denunciar periodísticamente para la televisión nacional, él estaría libre, usted ahí fue cercada y no tuvo salida. Sin embargo, desde su fiscalía le dieron todas las ventajas al agresor.
Tampoco en el Senado confesó de la protección que desde su escritorio se ha ordenado para encubrir al ex Magistrado violador.
¿No le dio vergüenza que Mariel Albarrán, madre de dos pequeñas violentadas por Manuel Horacio Cavazos López, le dijera mentirosa?
Tuvo que ordenar sacarla para dar su versión e intentar justificar tanta ineptitud.
¿Será que espera presenciar los abusos sexuales para ponerse a trabajar?
Muchos conocemos esas pruebas que la fiscalía se negó a considerar y segura estoy, que aunque solo fuera el testimonio de las niñas, Mariel Albarrán seguiría dando esta batalla y periodísticamente, yo con ella, porque las niñas y los niños no mienten respecto de la violencia sexual, son ustedes quienes se niegan a reconocer que hay más de 4.5 millones de víctimas al año.
Los senadores Narro y Cravioto fueron parte de esta bajeza, ni chistaron al ver que Mariel era sacada y silenciada. Es más, ordenaron cerrar con seguro el recinto para que no entraran más víctimas.
¿Será que su amigo senador Narro la promociona para que no investigue sobre la desaparición de los dos valientes Marinos? Que por cierto, también cubro periodísticamente.
¿Se imagina cuánto hubiese ganado por una acción suya en el Senado con su slogan "las víctimas al centro"?
Qué diferente hubiese sido que dijera: Sra. Mariel, conozco su caso permítame terminar y la escucho. Pero no, usted prefirió la crucifixión y fue cobarde.
Es verdad Ernestina, usted recibió una fábrica de delitos pero hoy, es parte de eso, aunque debo reconocer que le añadió su toque personal. Hoy la fiscalía que dirige es una máquina que acusa, persigue, ejecuta y gira órdenes de aprehensión para sancionar a quien levanta la voz y clama justicia. Una máquina usada en algunos casos para hacerles el juego perverso al gobierno y partido que pertenece.
Ernestina: Usted ha olvidado que está obligada a actuar conforme al principio de legalidad y en defensa del interés público.
Ernestina ¿Por qué se niega a dar justicia a niñas y niños, a mujeres víctimas de la violencia estructural enraizada en una estructura generacional patriarcal?.
¿Por qué se niega aceptar las pruebas que demuestran que se equivocaron y mantienen a Daniel Benitez encarcelado injustamente en el reclusorio Oriente desde hace 4 años y acusado por su fiscalía de secuestro cuando él ha demostrado que no estuvo ni el día, ni la hora ni en el lugar durante el secuestro y asesinato de Norberto Ronquillo. Los mismos secuestradores han declarado que no lo conocen. Hace un par de meses ingresé al reclusorio y entrevisté a Daniel y mostré cada prueba que se ha negado a mirar.
¿Es tan difícil ofrecer una disculpa, restituir su libertad y aceptar que ante la presión mediática tenían que presentar a un “culpable”?
Ernestina, no acepte reelegirse, su estadía en la fiscalía general de la Ciudad de México solo sigue exponiendo al retroceso a quienes luchan todos los días por una vida libre de violencia.
Tengo una duda genuina, ¿qué tan objetivos serán sus amigos del Consejo Ciudadano Judicial, esos que se ríen en los auditorios de la UNAM cuando entre colegas misóginos califican de “pinches viejas culeras” a las académicas?, ¿serán ellos quienes analicen los reclamos por justicia en casos de violencia de género o qué tal los litigantes, no querrán que se les acaben los privilegios al interior de la Fiscalía.
Ernestina, su tiempo como fiscal tiene fecha de caducidad.
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Con copia para Jorge Nader Kuri, litigante y presidente de este órgano colegiado, ojalá tome nota, ya que tampoco quiso escuchar a las víctimas.
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