Yolanda Morales

Mexicali, difícil tierra para los migrantes

Desconocer lo agreste del territorio y el intenso calor que se vive en Mexicali hace más crítica la situación de los migrantes.

Durante el mes de julio he ido a Mexicali en más de 3 ocasiones, los motivos periodísticos las 3 veces que he ido. Una de mis escalas es el Albergue “ El Peregrino” que se localiza muy cerca de las instalaciones del Gobierno de Baja California. Es uno de los mejores albergues que he visto, limpio, seguro y de fácil acceso.

Las últimas tres veces que he podido estar en este albergue por más de dos horas, he experimentado de cerca la ansiedad que viven los inmigrantes que llegan a Mexicali porque “en Tijuana está difícil la cruzada”. Inmigrantes del Triángulo del norte que buscan en la capital de Baja California, una puerta al sueño dorado de ingresar a California.

Desde mi experiencia, el calor es infame, fuerte y casi doloroso el golpe de la temperatura, no hay forma de mitigar el calor, en este Albergue “ El Peregrino” te recibe un abanico gigante que produce aire mojado y fresco y que es refugio de las personas en contexto de movilidad que llegan a este lugar para refrescarse, o dormir un rato, después de recorrer esta ciudad que le dicen “capturó el sol”.

En los últimos días Mexicali ha roto 3 récords de temperaturas, superando los 50 grados centígrados.

“Pues fui por el sueño americano, busqué cruzar por Algodones, aquí en el albergue nos han brindado el apoyo, podemos dormir, comer, nos dan agua; esta es una de las primeras veces que vengo a conocer Mexicali y la verdad el calor es tremendo, en mi país si hace calor, pero no como aquí”, me dijo José, un migrante hondureño.

Desconocer lo agreste del territorio y el intenso calor que se vive en Mexicali hace más crítica la situación de los migrantes, quienes llegan sin los enseres mínimos para su protección.

Migrantes que desconocen las altas temperaturas padecen la crisis climática que provoca el calor, me dijo el Director de Protección Civil en Mexicali, René Rosado, quien lleva más de 17 administraciones municipales al frente de esta institución, “ Yo cada día siento que es peor”, me dijo preocupado.

Mexicali, como ciudad de paso, en sus calles observé haitianos, mexicanos de otros Estados que nunca habían experimentado estas altas temperaturas. En lo que va del verano –que inició el pasado 21 de junio– han fallecido más de 15 personas, la mayoría en contexto de calle. Los migrantes llegan a Mexicali, para estar más cerca de la Garita de Algodones, Baja California, donde no hay suficiente presencia de autoridades de Aduanas y Protección Frontera de Estados Unidos, un dato que los migrantes desconocen y que hace infructuoso su intento de procesar su solicitud de asilo. La temperatura es alta, un cambio extremo, para los inmigrantes, originarios de Chiapas, Jalisco, Michoacán, que se sienten abatidos y somnolientos en Mexicali.

José el migrante que conocí en el Albergue El Peregrino, me comentó sentirse todo el día con sueño y triste, el calor no es un aliado, sin embargo los factores climáticos no frenan la migración, desconocer a veces nos hace valientes, valientes los migrantes que se enfrentan a ingresar al Sueño Americano por Mexicali.