El 14 de marzo realizamos el primer reporte del arribo de migrantes ucranianos a Tijuana. Entonces vimos más de cerca el rostro de la guerra. Una decena de personas, entre ellas mujeres y niños, llegaban a la Garita de San Ysidro, el puerto fronterizo que abre paso a diario a miles de individuos que buscan ingresar a Estados Unidos y el único que permite a los ucranianos solicitar una visa humanitaria.
En ese primer día, la barrera del idioma no fue impedimento para poder entablar comunicación con algunos de los migrantes que llegaron hasta esta ciudad fronteriza. En entrevistas comentaron que habían salido de Kiev, la capital de Ucrania, luego de haber estado 22 horas en la frontera con Polonia para tomar un vuelo a Francia, otro a México y después a Tijuana.
Dimitrio, uno de los primeros migrantes ucranianos que llegaron a la ciudad salió de su país hace más de 6 meses, antes de que iniciara la invasión de Rusia, y ya no pudo regresar.
“Mucho frío, no pude dormir en esta condición. Esto es terrible, cada momento es terrible, es frío”, dijo en español.
Con el paso de los días más ucranianos empezaron a llegar y en todos ellos el mismo rostro de desesperación, angustia y terror por lo que pasa en su país. Es el rostro de la guerra.
Aunque muchos de ellos solo hablan ucraniano o ruso, las aplicaciones de traducción en los dispositivos móviles facilitan la comunicación.
“Mi ciudad está bajo ataque, cuando sufrió el primer ataque, cuando las bombas empezaron a atacar, mis amigos de Los Ángeles me compraron los boletos para estar aquí. Mi casa, no hay más casa. Tu no sabes cuando la situación va a terminar, nuestra casa está en ruinas, no hay trabajo, no hay nada, es una pequeña posibilidad de encontrar trabajo, mi familia está en Ucrania”, dijo Arton, otro de los ucranianos que llegó a Tijuana.
Las autoridades de migración de México les han otorgado visa de turistas para permanecer en el país por seis meses. Actualmente se estima que hay unos 6,000 ucranianos en México.
“Si ellos quieren refugio hay disponibilidad, hay capacidad, algunos ya traen recursos, se hospedaron en un hotel, algunos no van a querer hasta que les den su solicitud de asilo”, dijo Enrique Lucero de la oficina de Atención al Migrante en Tijuana.
Los ucranianos se suman a la lista de desplazados de centroamérica y de otros estados de México que han llegado a la ciudad con miras de ingresar a Estados Unidos, quienes ven con recelo cómo a los europeos sí les permiten cruzar la frontera solicitando una visa especial conocida como “humanitarian parole”.
“Nos ha tocado ver cómo han ido ingresando familias con niños. Al principio a nosotros nos dijeron que no nos iban a atender, hasta el momento sigue pasando pura familia ucraniana, no nos han dado respuesta”, mencionó Ricardo Osvaldo, migrante mexicano.
Un mes después del primer reportaje que hicimos sobre la primera docena de ucranianos que llegó a Tijuana, se estima que son más de 2 mil gracias al apoyo que han recibido de organizaciones religiosas y grupos de ucranianos en Estados Unidos.
Ante la llegada masiva de ucranianos, las autoridades habilitaron el auditorio Benito Juárez como albergue temporal desde el pasado 2 de abril, donde con el apoyo de sus paisanos radicados en California se les ofrece comida, colchonetas y agua caliente para el aseo.
La mayoría son mujeres que viajan solas, porque a los hombres no se les permite salir de Ucrania para quedarse en el frente de batalla. Ellas solo esperan que la invasión termine para poder regresar con sus esposos, sus padres, sus hijos. Aunque quizás, para cuando la guerra acabe, ellos ya hayan muerto defendiendo a su país.
@moralesyo
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